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Crónicas de la zona VIP Platinum/ Paul McCartney Zócalo 2012 Parte II

12 May

Advertencia necesaria:

Usted pese a las advertencias anteriores ha decidido seguir leyendo las sandeces de su servilleta, la continuación de este relato tal vez no le agrade tanto como el anterior, pues lo que le voy a contar, no fue agradable en su mayoría (Bueno al menos no  para mí y mis acompañantes), me tarde un poco en hacerlo porque me es muy difícil encontrar las palabras para intentar describir sentimientos semejantes de angustia y desesperanza, es obvio que no logre encontrar las adecuadas, sin embargo espero de verdad, darte una idea de lo que vivimos y que sin duda, será algo que contare por mucho tiempo, además déjame contarte que estaba planeado que esta fuera la conclusión pero tendría que recortar demasiado y me convencieron de que valía la pena contarlo todo o casi todo, así que aun espera un parte, gracias por leerme, gracias por sus comentarios, gracias por mantener a mi blog aun vivo.

Ringo

Quiero dedicar la continuación de la crónica a mis aguerridas acompañantes que no se dieron por vencidas ni les paso por la cabeza en momento alguno renunciar. Karliss, Oli, gracias por vivir esto conmigo.

EL ACCESO

Pues les cuento que la madrugada avanzaba de forma inexorable, nadie estaba tranquilo en la fila, ¿seremos muy pocos como para que tomen en cuenta el acceso?  -para mí que nos chorearon- era lo que se oía en la fila, mientras un amigo con un alto nivel odorífico a cañita recorría la fila y aseguraba que yo era el Sub Comandante Marcos, la gente empezó a hacerse bolita en sus cobijas, los que contaban con ellas y nosotros a intentar acomodarnos en nuestros cómodos cartones y taparnos lo más posible con nuestras tristes chamarras, parecería que todos dormían a cierta hora, pero en realidad todos permanecían despiertos con los ojos pelones cual cebollas, como esperando el momento en que no dijeran que teníamos que ir a algún otro acceso, a eso de las seis, seis y media de la mañana fue cuando empezó a amanecer en la calle 5 de febrero, probablemente amaneciera antes lo sé, pero hasta esa hora empezamos algunos a levantarnos y empezar a desentumir las adoloridas articulaciones, mis compañeras fueron a buscar un baño y yo quede al cuidado de las cosas, de repente un par de individuos cual si fuera la cosa, atraviesan la avenida con un escalera y cuelgan un letrero que nos llenaría los ojos de lagrimas, SALIDA rezaba el desdichado letrero, empezó la tristeza, seguida de la locura, algunos se acercaron a los policías para preguntar, la orden estaba dada, este no sería acceso, yo me encontraba con las cosas y con la desesperación, mis compañeras no regresaban y el tiempo transcurría, cada vez más gente cruzaba por las calles yendo de un lado a otro, filas aledañas se veía empezaban a avanzar y aun no eran las ocho, al fin mis compañeras llegaron y con tristeza les platique la situación, seguro no podríamos entrar a ninguna fila en algún lugar respetable, Oli rezaba cual mantra: -No vamos a entrar, ya está lleno, No vamos a entrar ya está lleno- Al fin algunos de los formados tuvieron que recurrir al:-No sea gacho jefe somos poquitos, Llevamos toda la noche aquí  porque uno de sus comandantes nos dijo que sería entrada, déjenos pasar- creo que si hubiera tenido lagrimas en los ojos el poli nos hubiera llevado hasta en frente, porque en ese momento dijo: -Órale, nada más porque son poquitos, péguense a la pared abran mochilas y van a pasar ya- No cabíamos de alegría, pasaban ya de las ocho y las otras filas se movían de manera rápida, alcanzábamos a ver gente cruzando a toda velocidad por el zócalo, pero estimábamos estar al menos atrás del asta bandera, un lugar por demás aceptable, tras una revisión rápida y la nueva incertidumbre de si podríamos pasar la poco agua que teníamos y tras una manoseada marca recuérdame pasamos el reten con nuestras aguas, el zócalo se veía impresionante policías por todos lados, vallas tras vallas, una tras la otra al lado del asta un equipo de sonido e iluminación inmenso y en frente un colosal escenario donde personas con playeras negras se afanaban en un ir y venir, lo primero que escuchamos fue el consabido: -NO CORRAN- por supuesto nosotros hicimos caso a tal orden prendiendo una carrera infernal hasta el frente, donde ¡oh santos toquines Batman!
¡La parte enfrente al escenario aun estaba casi vacía! Era un sueño, no lo esperábamos, gritábamos de alegría y muchos más que llegaban de otros accesos hacían lo propio, muchos empezaron a sacar sus teléfonos y empezaron a twittear, facebookear y llamar a sus conocidos: ¡ESTAMOS HASTA ENFRENTE!

ZONA VIP PLATINUM/ZONA DE LA MUERTE

Como escribí una vez en el face, yo creía que esto ya era misión cumplida, ni en sueños cuando llegamos esperamos estar a tal distancia del escenario, probablemente en nuestros sueños guajiros nos llegamos a imaginar en la segunda sección, pero estábamos a no más de 40 mts del escenario y eso nos emociono mucho, bueno hasta que cayó ante nosotros la cruel realidad; estábamos en el zócalo, parados eran más o menos 8:20 de la mañana, teníamos muy poco agua, practimante nada de comida y no había baños, teníamos que esperar hasta las 9:00 pm, ok. No teníamos un panorama muy alentador, pero probablemente no tardarían en aparecer los ya consabidos vendedores de nieves, paletas, aguas, cigarros, paletas, empezó a correr el tiempo aunque de una manera nada grata, demasiado lenta, donde una preguntaba la hora y después jurarías que había pasado más de una hora y volvías a preguntar, solo han pasado 5 minutos, alguien menciona que sería imposible permanecer de pie tanto tiempo así que sugiere que no sentemos, hay algunos apretones y empujones, pero al final logramos sentarnos la mayoría, pasa el tiempo y el sol empieza a hacer de las suyas sobre nosotros, las pocas nubes que divisamos en el cielo temprano han desaparecido, empezamos a comentar que de verdad necesitaremos racionar el agua, alguien menciona que sería imposible permanecer sentado todo el día, dice la verdad, es incomodo, duelen la piernas, la espalda y no contamos con respaldo, algunos están espalda con espalda, pero son muy pocos, no hay espacio para acomodarse, no espacio para mover la pierna que empieza a dormirse, algunos platican, la mayoría calla, hay un certidumbre general de no desperdiciar fuerzas en nada, en el escenario, gente del staff corre, conecta, desconecta y muy de vez en cuando lanzan una mirada al público, una mirada de lastima hasta cierto punto, probablemente no pueden creer que estemos tanto tiempo aquí, entonces algún imbécil se levanta y corre al frente de la valla, otro lo sigue, uno más y de un momento a otro todos los sentados estamos parados y luchando por nuestros lugares, al menor descuido eres relegado, a la parte trasera de la zona y la gente se repliega y hay más espacio y el espacio es ocupado por mas gente llegando y ahora estamos hombro a hombro, espaldas pegadas casi a las caras, adiós al poder sentarte toda la espera, alguien pregunta la hora; 8:40 le responden.

Me gustaría aquí contarles cada minuto, cada hora trascurrida, podría hacerlo, nunca ha sido tan lento el tiempo, nunca he vivido tan completamente cada minuto, pero me llevaría mas del tiempo que espere, así que le voy a narrar lo esencial ¿Sabían que no hay nada peor que preguntarse Cuanto falta? En serio, aprendí esa lección, no importa cuánto falte, lo importante es cuanto aguantes, algunas señoras que estaban un poco enfrente de nosotros decidieron ir al baño, asegurando que regresarían y que por favor las dejaran pasar,  una de ellas regreso, pero no pudo avanzar, así que pedía le mandaran sus cobijas que había dejado enfrente, nadie las encontró. Conocimos aquí a más gente interesante, déjenme presentarles a los Internacionales: Erick, Sudamericano de 1.98 mts, también conocido como el ojo de Tondera, es único con la capacidad de ver mas allá de todos con solo levantar el cuello, con una mezcla de acentos que hacía casi imposible saber de dónde diablos venia, Quiquie misma mezcla lingüística con varios modismos chilangos chaparrito, Nat, bonita chaparrita traeky, con acento peruano que aseguraba que todo esto era una prueba para lo de verdad elegidos y un chavo mexicano greñudo que aseguraban era el niño que llevaban y se portaba bien, también cerca de nosotros, estaba una chica que le pusimos chava mamona, que podía mantener la calma y la cordura ante los empujones, casi lloraba cada vez que alguien aconsejaba empujar hacia algún lado para hacer un poco de espacio, Quique el internacional intento ligar con ella, pero al parecer no logro nada, cerca también estaba Señora Mamona e Hija de Señora Mamona que se quejaban de que las empujaran y pensaban que todos los que estábamos alrededor que hablábamos con poco decoro y fumábamos éramos salvajes salidos de algún chaparral de su tierra en norte, venían creo de Chihuahua, el tiempo era implacable, el sol no se diga, empiezan a oírse cada vez más frecuentemente:-¿Alguien tiene agua que me regale o me venda?. Nos enteramos que en algunos accesos les quitaron todo, agua, comida, mucho no traen nada de agua, los internacionales, llevan unas bolsas de plástico amarradas al cinturón y aseguran que son sus diálisis, son aproximadamente las once de la mañana y todos hacen cuentas que si faltan tantas o tan pocas horas, llega un momento donde cada hora faltan nueve horas, el calor esta a todo lo que da y la gente empieza a gritar al staff que corre en el escenario ¡Agua! ¡Agua!, al ver que probablemente no entiendan, algunos hacen gala de sus clases de secundaria y corean ¡water! ¡water! , pero es inútil, ellos piensan que coreamos hurras y sonríen estúpidamente, la tarde pasa como caracol hasta que dan las cuatro de la tarde y algún incauto menciona que el calor humano generado en la plaza provocara un aguacero como el del día anterior, muchos alzan la vista al cielo con esperanzas y si, caen algunas gotas de lluvia, al fin dicen algunos, otros corean el nombre de Tlaloc, pero la lluvia es insuficiente cae muy poca y solo sirve para humedecernos y con el sol a cuestas empieza el peor calor que hemos sentido, muchos se dan por vencidos, Nat, después de una serie de empujones con la cara desesperada, anuncia que ya no puede respirar y se va, por el frente de la valla, salen uno, dos, tres, cuatro, un total de 27 personas que alcanzamos a contar Erick y yo siendo de los más altos, pasa el tiempo y duele la espalda, duelen las piernas, la sed es insoportable, el hambre hace mucho que dejo de sentirse, entonces muchos deciden que no vale la pena y nosotros hacemos cuentas, son las cuatro de la tarde y llevamos casi ocho horas, ya no vale la pena echarse para atrás, estamos aquí y ya aguantamos, solo es esperar un poco más.

Entonces empieza el Soundcheck, los primeros en subir son Paul Wix Wickens y Abe Laboriel, están como locos, la gente por un momento olvida el cansancio, la sed y lo demás, gritan, corean, saludan y ellos graban con el IPhone, Rusty Anderson hace lo propio y ponen cara de no creerlo, la gente corea el ya infaltable ¡OE OE OE SIIIIRRRR PAULLL!! Entonces Brain Roy sube y más de una de las asistentes le grita alguna que otra obscenidad, probablemente la única media hora que paso como media hora fue esa y fue más que suficiente para levantar a los que teníamos el ánimo ya caído, al fin y al cabo ya estamos aquí y lo único que nos queda es esperar, pensamos para consolarnos, se ve que promete, a partir de aquí casi nadie, sale, al parecer la consigna es clara, aquí, nadie se rinde. No después de tanto y faltando tan poco.

Prometo solemnemente publicar la Ultima parte, la reseña del concierto en la noche.

 
2 comentarios

Publicado por en May 12, 2012 en Uncategorized

 

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2 Respuestas a “Crónicas de la zona VIP Platinum/ Paul McCartney Zócalo 2012 Parte II

  1. ElitaOne

    May 14, 2012 at 6:56 pm

    nunca me imagine q llegara a tanto, me encanta tu narracion, casi puedo sentir tu ansiedad y la desesperacion por el lento paso del tiempo, espero ya la culminacion 😉

     
  2. roberto

    May 15, 2012 at 3:12 am

    no mames que wevos pero lograron su objetivo admiro el valor y aguante de ustedes otraves no mames

     

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